Si estás sometido a mucha presión en tu día a día, si consideras que las demandas y preocupaciones te superan y no te dejan disfrutar de otros ámbitos de tu vida… es posible que estés padeciendo estrés.
El estrés se ha convertido en un factor más dentro del mundo actual, muchas veces las “responsabilidades” exceden en mucho la capacidad de actuación. Esta exigencia, competitividad e inmediatez y preocupación por los resultados muchas veces se traducen en estrés, siendo sus principales síntomas: apatía, cansancio crónico, insomnio, irritación, intolerancia o impaciencia, inseguridad y falta de autoconfianza.
Pero además de estas reacciones se pueden identificar claramente otros síntomas producidos por el estrés, que afectan directamente en el desempeño las actividades diarias como son el agotamiento físico y falta de concentración, de compromiso con los objetivos del propuestos, disminución del rendimiento y la incapacidad para tomar decisiones, entre otros. Todo ello disminuye la capacidad de acción y al tiempo más estrés que sostenido en el tiempo puede provocar enfermedades como hipertensión y cardiopatías así como ansiedad. No en balde se considera al estrés como antesala de la ansiedad.
Las terapias están encaminadas a eliminar o minimizar el impacto de los factores generadores de estrés laboral a la vez que mejoran las estrategias de afrontamiento de las situaciones estresantes proveyendo a la persona de recursos para el control de sus reacciones emocionales al estrés.
Ponte en contacto conmigo a través del formulario, no te quedes con las dudas. Ya sabes que es mejor preguntar que dejar que tu mente de vueltas sin llegar a ninguna conclusión.