Sin Ansiedad

Cuando el cuerpo habla.

Hola de nuevo!

Como estoy con un gripazo que ya dura diecisiete días y estoy convencida de que es psicosomático, este post lo voy a dedicar a ello ya que, si bien un gripazo es una somatización simple, la ansiedad está plagada de somatizaciones constantes.

La somatización es la consecuencia a nivel físico de conflictos internos y la rama psicológica que intenta demostrar científicamente  dicha correlación se la llama psicosomática.

La psicosomática reconoce como válido el hecho cierto de la relación mente – cuerpo.

A nivel personal este gripazo es consecuencia de una decisión tomada a nivel absolutamente racional y en plena consciencia de que contravenía mis inquietudes y deseos verdaderos. A nivel racional pensé que me saldría con la mía pero está claro que mi inconsciente me ha inmovilizado hasta que me lo piense mejor y atienda de alguna manera mis necesidades no racionales… En ello estoy.

A pesar de los inconvenientes estoy muy agradecida de que mi cuerpo me hable y no me deje cometer errores de mal arreglo.

Cuando tenía ansiedad era lo mismo solo que en ese momento no era consciente de lo que deseaba, quería y/ o creía, de manera que mis síntomas y malestares eran absolutamente incomprensibles para mi, además de terribles.  Tal y como le ha pasado a todos mis pacientes  y a casi todas las personas que sufren ansiedad y digo casi porque hay un pequeño porcentaje de personas que sufren ansiedad por causas genéticas o por otros trastornos y enfermedades.

 

Nuestro cuerpo es la frontera entre nosotros y el mundo.

 

Así es él es el que responde de forma amable o beligerante a esta relación.

Así cuando ves (tú) un cachorito jugando (mundo)  tu cuerpo expresa ternura y sonríe además de poner cara de bob@…

Muchas veces pensamos que la ansiedad es un conjunto de expresiones físicas agrupadas o sin relación alguna que aparecen sin razón aparente. Esto es en sí mismo un error grave de concepto o una escandalosa simplificación que convierte a tu cuerpo en algo separado de tu psique.

Claro, pensando así es muy fácil ofrecerte una cura en forma de pastillas para los síntomas, lo que pasa es que rara vez esas pastillas por si solas tienen el efecto deseado, pero hoy no voy a entrar a ese trapo.

Cuando sufres ansiedad tu percepción del mundo está distorsionada, ves “amenazas fantasma” en el mundo y tu cuerpo reacciona de forma adecuada a esa percepción distorsionada  produciendo los habituales síntomas de ansiedad.

 

Estas “amenazas fantasma”  son la manera en la que tu mente formaliza tus miedos.

 

Si entendemos que nuestra psique y nuestro cuerpo van de la mano resulta muchísimo más fácil entender y  tomar conciencia de lo que nos pasa. Aprender a escuchar al cuerpo y lo que nos dice sobre nuestra psique y viceversa es un arte que deberían enseñarnos en el cole. Así podríamos relajar nuestra mente cuando estuviese saturada a través de la relajación corporal, podríamos neutralizar los pensamientos excesivos que acuden de forma incontrolada, podríamos aprender a que el mundo es muchísimo más neutro de lo que nos pueda parecer.

Como no nos enseñan estas cosas en el cole podemos aprenderlas después y una vez hecho esto tendremos una vida por delante llena de mensajes de nuestro cuerpo  que podemos descodificar con relativa facilidad como si fuera un código morse.

Pues eso…yo a lo mío a descodificar mis asuntos y tomar decisiones que tengan más que ver con mi psique que de lo que percibo erróneamente del mundo y así salir de esta gripe victoriosa.

Espero que estas notas te sean de utilidad y si crees que este es tu momento para descubrir y aprender como descifrar tu propio código para salir de la ansiedad no tienes más que escribirme aquí. Se abrirá una pestaña nueva con el formulario de contacto.

Un abrazo,

Macarena

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3 pensamientos sobre “Cuando el cuerpo habla.

  1. Cristina

    ¡Además de verdad! ¿Recuerdas las anginas que me surgieron media hora después de no haber dicho un “No puedo” en el momento? O el dolor de pies que se solventa saliendo a caminar o haciendo algo en vez de estar parada… O ese dolor de codo que desapareció cuando dejé de pretender posicionarme donde no me correspondía a mí decidir… Ejemplos hay muchos. La medicina es necesaria para las enfermedades y la consciencia de nuestro ser y nuestra fidelidad con nosotros ¡lo es todavía más!

    En fin, que me encanta aprender de ti, aún cuando me empeño en reincidir… Ejem. Todo evoluciona 😀

    En relación al asunto central: sin dejar de promover la educación emocional en los coles y en los adultos, bueno es también (y creo que la que más alimenta a las otras) promoverla más entre los papis para que la aprendan, enseñen y apliquen en casa con sus nenes. ¿Sabes si forma parte de los cursos de preparación al parto? ¡Me parece un momento ideal para abordarlo! Pero esto es ya, para otro post 😛

    Besos.

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